EDUACIÓN

Preocupación

Jesús Domínguez Sanz, Presidente AMPA CP Ramón Sainz de Varanda. Zaragoza

Desde nuestra asociación queremos expresar nuestra preocupación por la orden que la Consejería de Educación, Universidad, Cultura y Deporte ha dado de desalojar la sala que la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Aragón (FAPAR) tenía asignada como archivo y sala de reuniones.

La participación es mucho más que la representación en un órgano institucional y la información ante las decisiones que nos atañen. La participación es una manera de relacionarse con el otro que entiende la negociación y la búsqueda del consenso como un eje fundamental, que no solo permite la expresión de las opiniones del otro, sino que busca integrarlas en una solución común.

Sabemos que esto no es siempre posible, pero entendemos, que desde esta perspectiva, ante un conflicto, no solo es posible, sino necesaria, la búsqueda de soluciones que den respuesta a las necesidades de todos, respetando nuestra representatividad, nuestra diversidad y nuestras diferencias.

Por eso resulta mucho más paradójica la respuesta que las autoridades de educación han dado a un conflicto que ellas mismas han generado y ante una entidad, la FAPAR, que precisamente representa la participación de uno de los elementos fundamentales de la comunidad educativa, las madres y padres. Una respuesta desprovista de diálogo, de búsqueda de alternativas válidas y que se basa en un ejercicio de malentendida autoridad.

Nos gustaría pensar que este conflicto no es sino algo puntual que puede solucionarse con un poco de buena voluntad. Lamentablemente, las noticias que van apareciendo en las últimas semanas llevan a pensar que este hecho no es sino un ejemplo concreto de una estrategia que intenta privilegiar la enseñanza concertada frente a la enseñanza pública.

Por todo ello queremos manifestar nuestro apoyo a FAPAR y solicitar de las autoridades de educación la pronta resolución de este conflicto, como primer paso para la garantía de una escuela pública de todos, para todos.

HOSTELERÍA

Insumisión hostelera

José Mª Blasco, Zaragoza

Felipe II con su Armada Invencible y las carboneras de vegetal se encargaron de que ni una sola ardilla pudiera cruzar España de árbol en árbol. Pero se adaptaron, hasta el punto de seguir haciéndolo pisando suelo. Esta España, antes diferente también se podía cruzar de cachondeo en cachondeo, si procedía, sin dejar de fumar. Hasta que, por medio de la adoctrinadora y engañosa publicidad, impuesta seguramente por las farmacéuticas al gobierno para cubrir pérdidas, de repente, mediante la Ley Antifumadores, resultó imposible. Ahora, gracias a los que somos como aquellas ardillas: juguetonas, si las circunstancias lo aconsejan, día a día, se permite fumar en más bares, pubs, restaurantes y bingos a puerta abierta. ¿Cómo se puede disfrutar de una cava de jazz, de un tablado flamenco o de un concierto de rock sin su intrínseco ambiente, en un local aséptico? ¿De qué estoy hablando? ¿De una incipiente insumisión general a la griega (los ceniceros a las mesas) que, al no ser publicitada, para no crear más pobreza, el gobierno hace la vista gorda? Cuando las leyes son injustas, el pueblo, perjudicado, se ve con derecho a iniciarla.