15-M

Imputado

Álvaro Castrillo Schneiter, Zaragoza

Trabajé en la comisión de comunicación de la acampada de Zaragoza durante el 15-M. En la actualidad, soy uno de los imputados que está acusado de usurpación de inmueble por el caso de la ocupación del edificio "el Paraguas".

Me dirijo a ustedes para denunciar el atropello que entiendo estoy sufriendo por parte de la Justicia en el presente caso, dado que, a día de la fecha, aún no sé ni porqué se me está acusando de este delito, ni qué pruebas existen contra mí, pruebas que me incriminen en los hechos presuntamente delictivos.

Sepa usted que no se me está acusando de "estar" en el edificio ocupado, pues, en un momento dado, estuve en su interior junto a multitud de personas, incluidos varios miembros de la prensa. Entiendo se me está acusando, ni más ni menos, que de organizar la ocupación, de darle la patada a la puerta, de meter a todo el mundo dentro y de querer quedarme con el edificio para siempre, insisto, sin que me conste la existencia de ninguna prueba sólida que avale la acusación que contra mí se dirige, fuera de meras manifestaciones que no se hallan respaldadas por ningún hecho real.

Deduzco que mi acusación sólo puede ser atribuida a mi trabajo como miembro de la Comisión de Comunicación de la Acampada de Zaragoza del 15-M, poniendo voz, dando resonancia a las opiniones colectivas del movimiento. Entiendo que, dada la naturaleza etérea de este movimiento, ha obligado, se dirigió la acusación contra las únicas personas que estábamos identificadas debido a nuestro trabajo.

Les propongo, pido, animo, reto y ruego a todos los periodistas, abogados, jueces, estudiantes o a quien quiera que esté interesado que, tras lo leído, trate de convencerme de que, en el año 2012, y en resumidas cuentas, no se me está practicando un juicio político en una "democracia".

FÚTBOL

Poca moral

Daniel Gallardo Marín, Zaragoza

Buenos futbolistas pero de poca o nula moral. Que jugadores encumbrados, internacionales, adulados por esta prensa deportiva en los medios de comunicación nacionales, sin más ojos que encumbrar sus lindezas deportivas hasta la saciedad, ver sus bajezas morales, da idea de lo que son como personas.

Me estoy refiriendo al último partido de nuestro Zaragoza contra el equipo catalán. Como incitaban al árbitro en cualquier jugada para que este apoyara sus reclamaciones, ya de por sí predispuestos a admitirlas. Ver la actitud barriobajera de su capitán y algunas de sus relevantes estrellas, como y con qué modales reclamaba la expulsión, injusta a todas luces de nuestro joven jugador Abrahán. Por ganar, vale todo para estos millonarios del balón. Sacar del campo reclamando su segunda tarjeta, con esa actitud y formas un personaje que está a la vuelta de todo a un chaval que está jugando sus primeros partidos en Primera, demuestra su nivel humano, por muchos fenómenos que sean.

No sé lo que nos pasa contra ese equipo, pero siempre en cualquier época y repasando la historia la manipulación de árbitros, jueces de banda o menosprecio de sus jugadores a nuestro equipo y afición es una constante. Es triste como a los dos de siempre cuando se les pone difícil, a pesar de sus millones y rutilantes figuras, recurran a unos modales que por muy campeones que sean, como personas para mí poco o nada valen.