Por fin la Confederación Hidrográfica del Ebro ha tomado la decisión de descontaminar el barranco de Bailín, zona que ha sido señalada de forma reiterada como el foco por el que se cuela hasta el río Gállego los residuos de lindano. Quizá no sea la única y haya que seguir investigando posibles focos, pero es seguro que es una de ellas, situada junto al vertedero que acogió los desechos durante décadas. Su limpieza, que según la CHE se comenzará a partir del lunes, se ha dilatado más de la cuenta, confiando en que los filtros instalados frenaran los lixiviados. Se ha demostrado que no es así.