¿Cuando tienes hijos pierdes calidad de vida? Depende de la calidad de vida que tuvieras antes, claro. Si venías de una relación de pareja estable y madura, con un cierto poder adquisitivo, con toda la libertad del mundo para viajar, salir a cenar por ahí y hacer planes con amigos, yo les aseguro que no pierdes calidad de vida: pierdes la vida tal y como la conocías. Ahora, se puede venir de muchas vidas diferentes, así que la maternidad puede significar muchas cosas. Puede llenarte una vida vacía; puede colmar una vida desdichada. Yo qué sé, cada mujer contará la maternidad según le haya ido a ella. Lo digo por las declaraciones de la periodista Samantha Villar, y la contestación de una marca comercial (Hero Baby) que poco menos que la llamó mala madre. Yo no sé cómo será la experiencia de Samantha, profesional de éxito, 41 años, aparentemente feliz. Aunque me puedo imaginar que no será un paseo placentero. A esas edades, un bebé te puede dejar baldada, aunque lo ames con todo tu corazón. Pero lo que sí que sé es que la maternidad no tiene nada que ver con la versión de los anuncios de Hero Baby. Ni los niños son tan monos, ni los pechos se te quedan como los de las mamás de sus anuncios, ni las habitaciones son tan de diseño, tan luminosas, tan limpias y tan ordenadas. Su publicidad, y la de las demás marcas de productos para bebés, apesta a irrealidad. Así que un respeto para las madres: para sus depresiones postparto, para sus kilos de más, para su eterna fatiga. Porque eso es la vida, y no se parece en nada a la publicidad. H *Periodista