Otro árbol caído en Zaragoza. Y con el de ayer ya son dos en menos de una semana. Y achacar los incidentes al viento, que tampoco ha sido excesivo estos días, es no reconocer el problema del arbolado de la ciudad: la falta de cuidado y vigilancia que sufren los árboles. La falta de personal impide atender correctamente el control. La poda se ha reducido, sino eliminada como ocurrió durante cinco meses el pasado año, para ahorrar. Pero el responsable municipal de Parques y Jardines, Alberto Cubero, parece no darse cuenta que no es un problema estético, sino se seguridad.