La autonomía madrileña y la propia capital de España se han convertido en iconos de lo que ha ocurrido en el mapa electoral del país tras las elecciones municipales y autonómicas celebradas ayer. Porque en el primer caso, el PP llevaba tres décadas dirigiendo la comunidad y 20 años en el ayuntamiento. Una mayoría absoluta que se ha desinflado con nuevas ofertas políticas desde la izquierda y con la irrupción de Ciudadanos, que restan a la tradicional propuesta popular. El PP sigue marcando la mayoría, pero sin opciones de sumar, lo que le puede arrebatar los gobiernos de la comunidad y en la capital. Es la imagen que se repite en otros territorios emblemáticos, como la Comunidad Valenciana y su capital, en los que ocurre prácticamente lo mismo. Y así hasta en 11 de las 13 autonomías. Vence, pero sigue pendiente de pactos.