Los afectados por las nevadas de las últimas jornadas al sur de la provincia de Teruel han tenido un comportamiento ejemplar. Han aguantado estoicamente cortes de carretera, de suministros y otras inconveniencias. Ahora bien, el Gobierno de Aragón no puede aprovecharse de su paciencia proverbial para seguir sin ofrecer a la zona respuesta suficiente para acceder a propiedades y evitar más daños. Se teme que los animales en granjas aisladas perezcan en el episodio, y eso, consejero Vicente Guillén, turolense para más señas, ya son palabras mayores en una zona agraria.