Desde julio pasado, cuando el PP asumió el Gobierno aragonés, las listas de espera han aumentado en el 70% de las especialidades de los centros sanitarios aragoneses. Un caballo de batalla de los populares cuando estaban en la oposición y que cerca de un año después de gestionar la sanidad pública no parece que sean capaces de ofrecer mejores resultados en un volumen significativo de servicios. Y no será porque no se hayan adoptado medidas, como el aumento de operaciones programadas o mayor dotación a la Atención Primaria para minimizar las desviaciones a especialidades. Hay que aplicarse.