¿Recuerdan el Pabellón de España de la Expo? Fue diseñado por el arquitecto Francisco Mangado. Un arquitecto formado en la Universidad de Navarra y de una dilatada trayectoria profesional. El edificio tiene una singularidad sostenible, acorde con la corriente seudo ecológica promovida desde hace años. Aunque, por las noticias que nos llegan, el edificio no se sostiene. Cuando un edificio no tiene uso y se abandona acaba cayéndose, algo muy habitual de ver en las exposiciones internacionales, pero si además se utilizan, como en este caso, planchas de material orgánico en los techos del pórtico, la durabilidad es perecedera. Este edificio está administrado por la Delegación del Gobierno en Aragón y curiosamente en el 2014 es declarado, por nuestro Gobierno autonómico, Bien de Interés Cultural (BIC). Ahora quieren invertir más de un millón de euros en rehabilitarlo. Justifican desde la delegación que, a pesar de la contención de gasto, el edificio es BIC y por ello hay que conservarlo. Me retrotraigo en el tiempo y me voy a la Exposición Hispano-Francesa de 1908 y me detengo en el singular edificio de la Escuela de Artes y Oficios, obra del arquitecto Félix Navarro, coetáneo de arquitectos modernistas como Ricardo Magdalena. Al edificio de la Escuela de Artes no le ha salvado su catalogación de Interés Monumental y se está convirtiendo en otro cadáver arquitectónico. No sé cuál de los dos edificios reúne mayor puntuación para tener la suerte de ser conservado, pero les aseguro que la Escuela de Artes de Zaragoza es una joya histórica y constructiva que se lo merece. Quizá el nombre de Pabellón de España sea el motivo de dejarlo alto, el pabellón, porque si no, no se entiende.

Pintora y profesora