Pasado agosto, mes inhábil judicialmente, el Gobierno aragonés ha retomado la iniciativa para hacer cumplir la sentencia que exige la devolución de los bienes de Sijena que permanecen en el Museo Diocesano de Lérida. Los servicios jurídicos han presentado un escrito al juzgado para que se autorice de inmediato la entrada y la incautación de las obras. La actitud de la Generalitat de no hacer caso a las sentencias judiciales está llevando el conflicto a un extremo que puede acabar con que se tome testimonio al actual conseller de Cultura y a su antecesor por desobediencia, apropiación indebida y prevaricación. La jueza debe actuar ya de una vez. Es triste pero no va a quedar otra salida.