A simple vista, el máster de la ministra de Sanidad, Carmen Monton, parece un poco más apañado que los de sus competidores. Pero... muy poco más. La suma de irregularidades académicas y administrativas no se tapa enseñando unos correos electrónicos y un trabajo final. Los másteres regalados (las convalidaciones fantasma, las matrículas fuera de plazo, la no coincidencia de expedientes y títulos...) son a la Universidad Juan Carlos I lo que Corinna es al sentido de Estado de Su Emérita Majestad. Claro que siempre podemos pasar de todo, admitir que quien no se lleva un título universitario (o un maletín) por todo el morro es porque no quiere. Y rehabilitar a Cifuentes, desagraviar a Bárcenas y rendir homaneje a Chaves y a Griñán, sumos maestros (esos sí que sí) de la política clientelar.

Casado respiró feliz. El máster de Montón compensa el suyo. Por eso se apresuró decir que él, por favor, no pagará a sus adversarios con la misma moneda. El jefe conservador tuvo ayer un día completo: se le quita de en medio Soraya, y los socialistas quedan atrapados en la maldición de los másteres. Si no fuera porque Rivera se ha anticipado en lo de quitar lazos amarillos... Pero, bueno, al PP lo de Cataluña nunca se le ha dado bien. Salvo cuando Aznar hablaba en la intimidad con Pujol.

Si yo fuese Sánchez, me libraba de la ministra de Sanidad ipso facto. Aunque solo fuese para dejar a Casado en evidencia. Bueno, tal vez esto haya ocurrido hoy mismo, cuando ustedes me lean. O tal vez no, porque la incapacidad de los partidos políticos españoles para escapar de la ciénaga caiga quien caiga y autoimponerse una moral pública a la luterana parece un imposible. De ahí que el país en su conjunto se vea envuelto en una atmósfera tóxica donde medran los sinvergüenzas, los chantajistas, los incoherentes y los horteras (incapaces de resistirse a los encantos de un viaje gratis o un chalet pretencioso). La aparente imposibilidad de salir de ahí tras limpiarlo bien todo, incluso abusando del salfumán, es un tremendo fracaso (uno más) de las izquierdas.