Un equipo multidisciplinar del hospital Miguel Servet resecó a principios de mes un tumor cerebral a una paciente a la que mantuvo consciente para preservar su habla. Mientras era operada, le mostraron imágenes que tenía que definir en su lengua materna, el árabe, y en la adquirida, el castellano. El éxito de esta operación demuestra que Aragón tiene una gran sanidad pública que hay que cuidar. Austeridad y ahorro en lo superfluo, sí, pero respetando a los profesionales sanitarios y estimulando sus logros. Solo así se conseguira que la dinámica de mejora constante en los hospitales públicos aragoneses no se vea truncada por una crisis de efectos nocivos sobre la sostenibilidad del sistema de protección social.