Aunque los accidentes en Zaragoza se redujeron el pasado ejercicio un 1,3% respecto al 2016, el montante de 3.200 no es para despreocuparse. Sobre todo, si como ocurrió, los siniestros ganaron en peligrosidad, incrementándose hasta los 143 heridos graves (frente a 116) y duplicando el número de fallecidos, de dos a cuatro. Hay que perseverar en la seguridad, y sobre todo frente a los atropellos, que han repuntado un 9% respecto al año anterior.