Los datos medioambientales que actualiza cada año el Ayuntamiento de Zaragoza y un estudio de UGT sobre los recorridos a los centros de trabajo permiten concretar que el tráfico se ha reducido un 20% en la capital aragonesa desde el 2005. En consecuencia, las emisiones de CO2 también han bajado casi un 12%, teniendo en cuenta que la proporción contaminante de la movilidad representa una cuarta parte del total de las emisiones, cuyos porcentajes mayoritarios corresponden a la industria y al uso residencial, un sector en el que también se han reducido. No obstante, un 61% de los zaragozanos sigue utilizando el vehículo particular para desplazarse al trabajo todos los días, lo que permite considerar que todavía hay un margen de mejora en la reducción del uso del transporte privado y de las emisiones que genera.