La Comisión Provincial de Patrimonio ha obligado al Ayuntamiento de Zaragoza a cambiar la reubicación de los puestos del Mercado Central mientras duren las obras de remodelación. La propuesta inicial de trasladarlos al vial contiguo al edificio no reúne condiciones y se ha optado por la calle Salduba, entre las murallas romanas y la iglesia de San Juan de los Panetes. Serán dos naves en forma de L que obligarán a cortar la calle durante un año y que tendrán un impacto visual en el entorno BIC de esta zona del casco histórico zaragozano. La resolución le costará al erario municipal 1,2 millones de euros más de lo previsto. En el horizonte está poder reutilizar estas naves de quita y pon en futuros eventos.