En una semana, los recursos del Ministerio de Fomento puestos al servicio de la urgencia de la reparación de la calzada en el puerto de Monrepós han dado sus frutos. La vía quedó abierta ayer y hay que reconocer la respuesta dada por la Administración. Se ha actuado con celeridad, como lo requería la ocasión ante el cierre de un eje fundamental de comunicación para el Pirineo oscense. Y aunque no es lo mismo que en grandes obras programadas, queda claro que con voluntad y destinando recursos se avanza aceleradamente. Convendría que se notara en los tramos atrasados.