El empresariado catalán sigue apostando por la comunidad aragonesa para aumentar su capacidad productiva, sobre todo, en el sector del porcino. Valls Companys va a invertir 78 millones en sus instalaciones de Calamocha para pasar de una producción de un millón de jamones al año a tres, además de montar la sala de deshuese más moderna de Europa. Y supondrá 150 empleos nuevos, según el gerente de la empresa, Fernando Donaire. Una buena apuesta que se une a la que ya anunció hace poco en su matadero de Ejea, donde también doblarán su producción. Si unimos a este negocio el de BonArea, en Épila, es evidente la confianza del negocio catalán en el territorio aragonés. Coyuntural o no, es bueno.