Llega el Pilar y el alcalde Santisteve vuelve a tener una encrucijada con el transporte público de Zaragoza. La huelga que han convocado los conductores del tranvía y la que puede movilizar a los de los autobuses va a significar un nuevo test para el equipo de gobierno de ZeC. Los trabajadores dicen estar hartos de las promesas incumplidas por las empresas y, en el bus, por el ayuntamiento. Y también les une la sintonía sindical. A ver si ZeC sabe mediar mejor.