En España, más de 2.300 concesionarios de coches han desaparecido desde el 2007 con el desplome de la venta de vehículos lo que ocasionó 50.000 despidos, 1.500 de ellos en Aragón. Una sangría, alimentada por la crisis que se frenó con los planes de estímulo impulsados por el Gobierno y que ya detecta una cierta recuperación, afianzando un cambio de tendencia. No obstante, el pasado ejercicio se matricularon en Aragón casi la mitad de vehículos que el citado año de referencia, el 2007. En este periodo una veintena de marcas cerraron o cambiaron de manos solo en la capital aragonesa, lo que también dejará un horizonte en el sector cada vez más concentrado. La esperanza está en que la recuperación económica permita la renovación de un parque de vehículos que en un 50% tiene más de 12 años.