Ocho días después de que fuera nombrado el nuevo gerente del Salud, Ángel Sanz, en el sector ya se están preguntando cuándo va a hacer acto de presencia y va a decir algo. Por el momento, el que va a ser --o es ya-- mano derecha de Ricardo Oliván en la sanidad, aún no ha contado hacia dónde va a ir su gestión y ayer mismo no apareció en una reunión técnica sanitaria con los sindicatos. Hubiera sido un buen momento para romper el hielo.