El reparto de comida a domicilio en bicicleta se ha convertido en un negocio al alza en Zaragoza. Campo de pruebas para todo tipo de experimentos de venta y márketing, la capital aragonesa lidera el crecimiento de este sector en expansión. Tanto que para algunos restaurantes esta modalidad constituye el 30% de su facturación. Lo peor, los trabajadores --la mayoría estudiantes-- que funcionan como falsos autónomos y condiciones precarias.