Las obras del nudo de circulación que une la avenida Navarra, la Vía Hispanidad y la carretera de Logroño han sido exprés. Iban a durar al menos dos semanas (o más) y se han quedado en tres días. Se iban a levantar espectacularmente los tableros del scalextric porque las pilastras de sujeción se habían desplazado y al final solo ha sido necesario llevarlos 4 milímetros hacia arriba, según la empresa que ha realizado las obras, Iberco, la encargada de revisar los puentes de Zaragoza. Alguien debería dar una somera explicación de qué ha pasado. Organizar todo un dispositivo de circulación alternativo, con el correspondiente fastidio para muchos zaragozanos, para luego cambiarlo en solo tres días es una mala planificación provocada por algo. Al margen, claro está de que es mejor que las obras duren poco y sean igual de seguras.