La comisión de investigación que buscará responsabilidades políticas en todo el polémico asunto de la depuración de aguas en Aragón es una ocasión de oro para aclarar todo lo ocurrido. Si hay alguien al que poner en evidencia que se ponga, y si el modelo es insostenible y sobredimensionado, como dijo el Tribunal de Cuentas, que se busque quién lo gestó así y por qué. Ejemplos recientes tiene el Parlamento regional de comisiones de investigación que han sido fructíferas como la de Plaza y la de la CAI. Es verdad que tanto PSOE como PP y PAR están un tanto atenazados en este tema por su gestión pasada, pero es un buen momento para que las Cortes arrojen luz sobre el futuro de las aguas y los ríos de Aragón.