¿Y si ellos se desnudan? Vamos, que se quedan en cueros, en pelotas, como se suele decir coloquialmente. Estaría bien que los papeles tradicionales se cambiaran, ¿no? No estoy hablando de pornografía masculina, sino de insinuación, belleza, sugerencia, de literatura. Si los hombres se desnudan y son capaces de posar como dioses griegos para unos buenos anuncios publicitarios por qué las mujeres escritoras no creamos personajes masculinos a los que vamos desnudando en su manera de pensar, proceder o sentir. Y eso es precisamente lo que hemos intentado hacer aquí, en este libro de relatos titulado Oleaje, Mujeres que escriben sobre hombres.

Ha sido un reto curioso y nada inocente reunir la complicidad de diez autoras y encargarles diez relatos inéditos, de temática absolutamente libre, con la única condición de que el personaje principal fuera un hombre. Voces masculinas potentes que cuentan historias propias o ajenas desde su propia sensibilidad o idiosincrasia.

El truco, no tan fácil como parece a simple vista, consistía en dejarse llevar por el personaje elegido y explorar su masculinidad. Un desdoblamiento sutil al que se ha enfrentado cada escritora con su historia y con una intención determinada, subjetiva y personal. En ocasiones «ellos», los personajes, han servido de pretexto para hablar de «ellas»; en ese desdoblamiento de conjugar dos sensibilidades diferentes (Hombre/Mujer) en una sola voz masculina. Una vez establecida la complicidad entre las mujeres que escriben, la idea estaba clara: había que ponerse en el lugar del otro. Un mecanismo saludable no solo de empatía, sino también de abrir nuevos horizontes a nuestro limitado y asfixiado cerebro acostumbrado a vivir a base de modas pasajeras, normas, reglas y burdas manipulaciones. ¿Quién no ha sentido alguna vez el deseo poderoso de ser otro, de huir de uno mismo y de empezar de cero? Por eso leemos novelas, vemos películas, vamos al teatro y nos dejamos llevar por la magia de la música. Y todo eso lo hacemos para experimentar de manera virtual otras existencias menos aburridas, más arriesgadas, incluso mucho más peligrosas que nuestras propias vidas.

En Oleaje, diez autoras aragonesas nos cuentan vidas secretas, sueños y pesadillas frente a la soledad expectante de sus pantallas de ordenador. Desde ese lugar sagrado, que es la creación, sus relatos nos hablan de la venganza, de la decadencia, de la valentía del abandono, de la oscuridad de las guerras, de la despiadada política empresarial actual, o del impulso de la infidelidad para encontrarnos a través de otro. Y aquí, además, nos hemos atrevido al juego de desnudar a los hombres. Lo cual siempre es un placer.

Las escritoras que se han dejado seducir han sido: Ana Alcolea, Pilar Aguarón, Margarita Barbáchano, Patricia Esteban, Teresa Garbí, Elena Laseca, Pilar Laura Mateo, Luisa Miñana, Ángela Labordeta y Ana Rioja. Oleaje se presentó acompañado por la orquesta de la Escuela de Música de Zaragoza y por el arte de Ira Torres y Nuria Vela.

*Periodista y escritora