El consejero de Sanidad del Gobierno aragonés, Ricardo Oliván, tiene muy claro que el proyecto de macrolaboratorio para análisis no urgentes significa eficiencia, por eso se llevará a cabo a través de una sociedad mixta integrada por una empresa privada y una pública, lo que según la doctrina del Partido Popular significa "una medida de ahorro". Es un mantra repetido hasta la saciedad con el que se intenta convencer de su veracidad. Ni los proyectos ejecutados en la Comunidad Valenciana ni en Madrid --auténticos laboratorios de la privatización sanitaria-- lo confirman, pero se insiste. Oliván cuantifica el ahorro en 20 millones y garantiza que no habrá merma en la calidad de la atención al paciente. Ojalá cuando lleve el suficiente recorrido para analizar su funcionamiento ambas aseveraciones se puedan comprobar.