Los aragonesistas se apuntan al calorcito de la fogata sanjuanera que se llevó a Rubalcaba y trajo a Sánchez, y exigen renovación. Al menos, eso reivindican los jóvenes del PAR y un grupo de ediles y presidentes de comarcas, que exigen celebrar un congreso en el que se pueda elegir en libertad, sin imposiciones. "Votar a quien queramos y que se presente quien quiera, sin que nadie nos imponga nada". Así lo verbalizaba el alcalde de Maleján, Ruiz, uno de esos más de 60 cargos paristas que retan al altísimo Biel, al solicitar la convocatoria del comité nacional para forzar el congreso. Valiente iniciativa la liderada por Allué, vicepresidente del PAR en Zaragoza, que ha logrado los apoyos necesarios para poner en marcha este movimiento que posibilite una verdadera renovación, que procure un proceso de participación de abajo a arriba, y no como el actual, orquestado por Bielísimo, con el que no comulgan los militantes. Curiosa respuesta, sin embargo, la del otro sector crítico, la del vicepresidente Boné que, quieto en la mata, prefiere no toserle demasiado al páter, no vaya a ser... Va a tener razón Ruiz, que "no se puede esperar nada de los dirigentes del partido porque todos están colocados a dedo". Tremenda papeleta la de Callizo, el presidente del comité nacional. ¿Será capaz de tomar en serio la propuesta, lograr ese habemus congreso y con él, el debate de la política general del partido y el diseño de las estrategias para mayo de 2015? Sin cambios, de personas y de ideas, el PAR no tiene futuro.

Periodista y profesora de universidad