La noticia de que el hospital Clínico de Zaragoza ha permanecido unas 48 horas sin aire acondicionado por una avería no deja de ser un problema puntual, pero genera muchas dudas. Porque otra avería dejó sin luz varias horas el hospital Miguel Servet y día antes también hubo una pequeña inundación. Desde colectivos como Marea Blanca se dice que ojalá todo esto no sea fruto de los recortes que el Salud ha practicado en los últimos meses también en mantenimiento. Un riesgo muy peligroso con el que juega el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván. Primero porque se generan unos graves perjuicios a toda la población como las vividas en ambos centros, y segundo porque estos dos hospitales, de seguir así y en cuestión de poco tiempo, pueden perder prestigio. Su mantenimiento es vital y sinónimo de calidad.