La nueva etapa del PSOE recuerda mucho a la vieja etapa de Rodríguez Zapatero, un poco más la izquierda (pero no mucho), un poco más ecologista, igualitario, sensible a las causas sociales y con mayor protagonismo de las mujeres.

Tras esas largas primarias internas que han tenido al personal, más que en un vilo, al filo del aburrimiento, Pedro Sánchez ha comenzado a destilar con cuentagotas sus proyectos y programas de país, comenzando por definir a la vieja España como una joven nación de naciones, con una supuesta realidad plurinacional que ya Gregorio Peces-Barba, recordó Sánchez, llevó a colación en los albores de la Constitución española, en la Transición, allá por los años setenta.

Efectivamente, don Gregorio pronunció dicha frase, la maldita hemeroteca no la ha jugado esta vez, pero lo que entonces firmó Peces-Barba, y el PSOE con él, no fue un artículo 2 donde España era nación de naciones, sino institucionalmente constituida como Estado Autonómico por nacionalidades históricas y regiones. Esto es lo que dice nuestra Constitución y lo que habría que cambiar para que España pasara a ser una nación de naciones.

Pero, ¿cuántas naciones hay en España, según Pedro Sánchez? ¿La Rioja es una nación? ¿Quiere La Rioja erigirse de región a nación? ¿Desean los riojanos constituirse en su propia nación? ¿Les preguntamos? ¿Se convocará un referéndum para que Extremadura pueda decidir si quiere o no ser nación dentro de otra nación? ¿Y Aragón, es nación? ¿Nos consultará el Gobierno central si estamos a gusto con nuestro Gobierno autónomo, Cortes aragonesas y Justicia, o si preferimos un modelo nuevo, una nación? ¿Y Ceuta y Melilla, serán ciudades-estado, colonias de la nación andaluza o naciones de la nación española en el territorio de una nación extranjera que las reclama como propias. ¿Cómo encajarán Andorra y Gibraltar en esta nueva España nación de naciones?

Por estas y otras razones, Peces--Barba acabó bendiciendo un Estado Autonómico que, al menos, no generaba tantos disparates y dudas.

Esperemos que esto de la plurinacionalidad no sea otro truco, amago o recurso para colar de matute el encaje de Cataluña, a base de conceder nuevos privilegios a esta Comunidad, en detrimento de la mayoría de las otras, que sí respetan la Constitución de Peces--Barba.