Esto vino a decir hace escasas fechas en el Senado, esa persona que gobierna el país a base de decreto-ley y que, --fiel a su costumbre de llamar al pan, pan y al vino, vino--, abogó para que no se vuelvan a repetir estas situaciones. "Entiendo y comparto plenamente la indignación de los ciudadanos y su hartazgo", declamó leyendo un texto que parecía ser suyo, puesto que lo leyó sin dificultades.

Advirtió que se están tomando medidas y reiteró que confiemos en el Estado de Derecho y dejemos trabajar a la Justicia. Los jueces, claro, claro. Habrá que confiar en los de Instrucción que se encargan de sustanciar los casos que hoy ponen los pelos de punta a la ciudadanía y esperar que cuando se fije la vista oral y se emitan sentencias no nos quede ninguna duda de que los que saquearon durante años los dineros públicos no puedan disfrutar de jubilaciones doradas. No cabe ni un gramo de impunidad.

Puesto que andamos realmente en campaña electoral, la guadianesca Esperanza Aguirre no dejó pasar la ocasión de hacer sus declaraciones. También ella pidió disculpas --una vez más se disculpa la lenguaraz lideresa-- por haber confiado en personas que no lo merecían. Se autoproclamó campeona contra el mangoneo y martillo de incipientes corruptos. La verdad es que la corrupción dormía bajo sus faldas, pero ahora lo dice tan sería que algunos la creerán.

Siguen las pinceladas de la gente PP; es el turno del Presidente del Congreso que en los pasillos de la Cámara se despacha con esta desfachatez: "El número de corruptos del Partido Popular no es excesivo" y aclara que son minoría si lo comparamos con el número de sus militantes. ¡Faltaría más! Le recuerdo Sr. Posada, que un 49% de algo también es minoría porcentual, así que lo que vino a decir el ínclito Posada es que no llegan a la mitad de los militantes el número de corruptos en el partido de la gaviota.

El barón extremeño Monago también se suma a los declarantes y afirma: "Cuando huelen las alcantarillas hay que limpiarlas a fondo y extraer toda la suciedad". Completamente de acuerdo Sr. Monago; sólo que el hedor hace años que se viene percibiendo y hasta ahora Vds. siempre se han colocado pinzas en la nariz. Ya no son el PP ni el PSOE los que van a realizar esa tarea; sinceramente, le corresponde a los ciudadanos esa operación de limpieza.

Profesor jubilado de instituto