Los observatorios de pobreza y desigualdad social en Aragón no dan tregua. Ayer se conoció que Cáritas, pese a atender a un número menor de usuarios, lo hace de modo más intenso. Es decir, sus requerimientos son mayores porque no se trata de personas con problemas para cubrir algunas necesidades básicas, sino de pobres de solemnidad. Coincidiendo con este dato, el sindicato CCOO encendió ayer otra alerta, en su caso respecto de la brecha laboral de los inmigrantes. Al acceder a trabajos con peores condiciones y salarios, su sueldo medio es un 54 % más bajo que el de un nativo y por tanto tienen mayor riesgo de exclusión y pobreza y más posibilidades de acabar en la cola de Cáritas pese a ser asalariados.