La Universidad de Zaragoza ha sido condenada por no contratar como profesora asociada a una profesional sanitaria por estar embarazada, pese a que por lista le correspondía. Su baja maternal coincidía con parte del periodo lectivo. Los psicólogos del plan antiacoso escolar, el servicio telefónico gratuito que puso en marcha el Ministerio de Educación, cobran no llega a 500 euros mensuales por 20 horas trabajadas en fin de semana, similar al de cualquier call center. El ministerio dice que el servicio es eficaz y que el asunto compete a la concesionaria. El pleno del Ayuntamiento de Cádiz ha concedido la Medalla de Oro de la ciudad a la Virgen del Rosario, pese que el reglamento dice que solo se puede otorgar a personas físicas o jurídicas. Menos IU, todos los grupos, hasta el que ostenta la alcaldía, vinculado a Podemos, se pusieron de acuerdo, impulsados por una petición popular de 6.000 firmas. Son tres noticias publicadas esta semana con denominador común, la sorpresa. Si una institución pública penaliza los derechos de una embarazada aunque sus justificaciones conciten la comprensión por ahorro o eficacia docente para los alumnos evitando el cambio de profesor, el mensaje que se envía no favorece la implantación normalizada de la baja maternal. Ante el acoso escolar, el impulso de un servicio eficiente no puede dejar luego que el mercado y las subcontratas lastren la contratación de profesionales con perfil tan específico. Y en la medalla a la virgen, aunque no sea la primera, sus avalistas se retratan. Pero en papel sepia. H *Periodista