Cómo andan los podemitas del reino. Bescansa, descansa. Esa sería la recomendación del médico de cabecera de Iglesias a Carola, su compi de partido, que no para de fastidiar. Ahora, filtrando por descuido un documento-borrador por su canal de Telegram, en el que proponía a Errejón un golpe de Estado a su secretario general. Qué peligro las redes sociales, los lapsus mentales (aprieto a una tecla y no a otra), pero sobre todo, qué lamentable esa falta de talento político. Más, en un momento en el que la tesitura de la Comunidad de Madrid es la propicia para plantear una candidatura alternativa que consiga derrocar a la camada Cifuentes. La alta traición es siempre condenable, pero dentro de un partido joven, que se las da de democrático, transparente y justo, es todavía más chirriante. No extraña que el propio Errejón se haya escandalizado y la haya tildado de «delirante, inaceptable», y que cual Speedy González, haya publicado vía Twitter su «sí quiero» a encabezar la candidatura por la Comunidad de Madrid con titulares de la cuerda de Iglesias en el equipo, y haya puntualizado que su misión es la de lograr que «Pablo sea presidente en 2020». Atrás quedó ese pulso errejoniano al secretario podemita por la conformación de la candidatura madrileña, al que el pope podemita contestó con un «ni media tontería», porque hoy el pequeño Iñigo cierra filas y se pliega a los designios de su comandante en jefe, en pro de seguir siendo fiel a la esencia Podemos, a la que su madre fundadora pretendía rebautizar con el sobrenombre de Jodemos.

*Periodista y profesora de universidad