Podemos viene afrontando de forma torticera la negociación de los presupuestos de Aragón. Primero fueron unos puntos a tener en cuenta, luego unos decretos para agilizar obras varadas, y ahora la cabeza del consejero Fernando Gimeno. ¿Cuál será la siguiente ocurrencia? La negociación de las cuentas merece algo más de respeto, y si tan poco se fían de la situación que ellos mismos propiciaron existen otros caminos, otras maneras. Así no Echenique.