El líder del PP aragonés, Luis María Beamonte, pasó ayer al ataque en la polémica de las partidas para educación concertada, trayendo a colación un documento de PSOE y Podemos que incluye una cláusula para evitar cambios en las cuentas. Dice así: «Una vez aprobados los presupuestos, no será posible aprobar modificaciones presupuestarias con el voto favorable del PP si no cuentan con el voto afirmativo de Podemos». Por más que se empeñe el Ejecutivo de Lambán, los cambios en las cuentas habrá de negociarlos preferentemente con la formación morada. Está pactado. Lo demás es ruido.