Los recientes accidentes registrados en la Ribera Baja del Ebro, en la N-232, han movilizado a los alcaldes de los municipios de la zona y del trazado en la provincia de Teruel para reivindicar el desdoblamiento de esta carretera, auténtico punto negro en la circulación. Es una cuestión de seguridad vial y la demanda viene de muy atrás sin que se aprecien impulsos significativos. El consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, planteará al nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, la reclamación aragonesa. Ya es hora de que se destinen partidas económicas al proyecto.