La creación del Consejo de la Cultura de Aragón que ayer se constituyó con la asistencia del presidente del Gobierno, Javier Lambán, es un gran primer paso para hacer cultura de verdad en esta comunidad. Algo que hace mucha falta y, sobre todo, que se pueda ir en unas determinadas direcciones, con rumbo. Se puede criticar si en ese consejo hay muchas o pocas mujeres, si la media de edad es alta o no y si los que están son los más indicados o no. Pero lo que a partir de ahora tiene que hacer el director general de Cultura, Nacho Escuín, que es el hombre llamado a dirigir esta parcela de la DGA, es aunar esfuerzos para crear un auténtico plan estratégico cultural. Unos y otros tendrán que ceder --algo mal llevado por los artistas-- y los políticos deberán olvidarse de hacer política. Por el bien cultural de Aragón.