No soy socialista ni lo quiero ser... arriba la barca..., una, dos y tres. No me lo dijo el barquero (como decía aquella vieja canción infantil), sino mi sentido común. Estos chic@s del PSOE han perdido el norte. Siempre me he sentido mucho más a la izquierda, aunque algunos prejuzguen por las apariencias el perfil ideológico de la que suscribe. Pero, siempre pensé que la izquierda la llevaba clara si era tan poco inteligente de dividirse y airear los trapos sucios internos fuera de casa, algo de lo que se cuidan mucho los del otro lado del espectro político. El esperpento mediático vivido estos días y al que los socialistas se han prestado, deja boquiabierto a cualquiera. Alucinante la actitud de Díaz y Sánchez, echándose la culpa mutuamente del fracaso del PSOE. Los contenidos y las formas, pueriles, exentos de todo tipo de inteligencia y de cualquier estrategia comunicativa aceptable. Ese popular dicho «que hablen de ti, aunque sea mal», no sirve en este caso. Se les están mofando de la falta de talento, cerrazón mental o enajenación «transitoria» (no sé muy bien como calificarlo) hasta desde el otro lado del Atlántico. Alucinante todo. Aunque lo más peregrino es que las televisiones, concretamente un canal público como TVE, les hayan concedido tanto pábulo, no solo a los popes sociatas sino a sus alter ego. Lo del Debate de la 1 de la madrugada del miércoles, no tuvo desperdicio. Al fin y al cabo, hablamos de las primarias de un partido más del pastel político de nuestra España cañí, y no de las elecciones de un candidato a la presidencia de un país.

*Periodista y profesora de universidad