El actual presidente de las Cortes, el socialista Antonio Cosculluela, se comprometió a dejar uno de los cargos que ostenta --el de las Cortes o la alcaldía de Barbastro--, pero cuando Podemos insistió para que lo hiciera, la sorpresa fue conocer que dejaría la presidencia de la Cámara. Después, en pleno verano y ante el cariz que van tomando las pretensiones del partido morado que quiere optar a la presidencia del Hemiciclo, ha dejado entrever que igual no se va, generando un desconcierto que parece marcar la entrada del nuevo curso político. Podemos ya ha planteado su visión de la institución y su hoja de ruta para acceder a la presidencia. La presión de la fuerza que lidera Pablo Echenique sobre el PSOE puede forzar una negociación o incidir en el distanciamiento. Una inestabilidad que llega en un momento confuso.