Una actividad inusitada se pudo ver ayer por la mañana en la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), en el paseo Sagasta de Zaragoza. Al menos para un día tan festivo como el 15 de agosto. Y es que por la mañana se pudieron ver a varios funcionarios del organismo entrando y saliendo y levantando y bajando persianas en la planta de presidencia. Lo que hicieran era muy urgente y debía ser importante. No se sabe con qué guarda relación.