El desconcierto que reina en las filas de Podemos impide a la cúpula hacer un análisis sereno sobre el descalabro sufrido el domingo, máxime cuando algunos dirigentes se pasaron de frenada celebrando los sondeos a pie de urna. Es tal la confusión, que un círculo tan próximo a Iglesias como Pensando Podemos ha denunciado "fraude electoral", otro pucherazo al que "son tan proclives PP y PSOE", y ya se han recogido más de cien mil firmas para pedir una auditoría. Por si fuera poco, un presidente de mesa esparce basura por las redes con una serie de sospechas que se hace en condicional, como si el recuento de votos no se hiciera en presencia de los vocales de la mesa, y los apoderados de los partidos, que firman las actas. Y aún habrán de firmar más actas certificando que la junta electoral ha reflejado bien los datos. Por experiencia puedo decir que hasta el copón de la baraja firma esa noche. Esto, junto a los ataques a los votantes por no elegir bien, es lo que Maru Díaz, portavoz de Podemos en las Cortes de Aragón, denomina rabia mal focalizada. La secretaria general de Podemos Zaragoza sí ha hecho autocrítica en Facebook, abriendo un interesante debate. "Cuando el pueblo elige a corruptos es porque les da menos miedo que les roben que el miedo que producimos nosotros. Miedo construido, puede ser, pero miedo legítimo, a fin de cuentas". Díaz dice sentirse entristecida por la autocomplacencia de los suyos y lanza un rejón dañino: "Hablar para los que aún no han nacido queda muy bien en las tesis doctorales". Periodista