La recuperación económica que capitanean Rajoy y sus eminentes ministros es una azaña comparable a los más grandes logros de la humanidad, por ejemplo la llegada a la Luna. Lo ha sugerido el PP en un bonito spot, y mejor será que lo creamos porque si no los adeptos al presidente no nos dejarán vivir, pues... ¿cómo cabe negar que España vuelve a ir bien-superbien cuando las cifras lo demuestran con su severa precisión aritmética? El paro, sin ir más lejos.

Supongo que sí, que vivimos una espectacular recuperación, sólo que esta es, como lo fue la crisis, un fenómeno de naturaleza asimétrica. Olvídense de los habituales ciclos de depresión-expansión. En el 2008 la ruina fue muy selectiva. El número de millonarios y el patrimonio de los mismos no dejó de crecer mientras España naufragaba. Por idéntica regla de tres, ahora, la distribución de la abudancia que vuelve (dicen) es desigual. Todo el mundo no se recupera igual, ni mucho menos.

Según Estadística, hemos recuperado el PIB de antes de la crisis... pero no el número de puestos de trabajo ni mucho menos su poder adquisitivo. No poca gente, eso no se puede negar, han recuperado el empleo... pero no el empleo fijo que perdieron cuando reventaron las burbujas, sino un sucedáneo precario con el doble de curro y la mitad de sueldo. Las grandes empresas (que no las pequeñas) han recuperado con creces sus tasas de beneficios... pero los asalariados han visto cómo descendía sin remedio la retribución por hora mientras se esfumaban los derechos laborales básicos. No recuperamos a los jóvenes más preparados, que se han ido a los países más desarrollados tecnológicamente, ni la hucha de las pensiones, que jamás podrá volver mientras las cotizaciones a la Seguridad Social sigan siendo discontinuas y miserables.

En fin, los conspiranoicos inventaron que la llegada del ser humano a la Luna fue una impostura rodada en la Tierra sobre decorados selenitas de cartón piedra. A lo mejor pensaban en eso los del PP, cuando grabaron el spot de marras a mayor gloria de su deponente jefe.