La detención en Zuera de una mujer que colgó en las redes sociales un mensaje considerando buenas noticias la muerte de «un nazi en Zaragoza y dos guardias civiles en Andorra» vuelve a poner de actualidad las barbaridades que se pueden llegar a propagar en las redes sociales. Hechos deleznables, como fueron en su momento los comentarios por la muerte del torero Víctor Barrio en la plaza de Teruel. La falta de humanidad se está extendiendo y bordea, sino incide directamente, en los delitos de odio, amparados por unas herramientas tecnológicas que amplían el dolor que producen este tipo de comentarios desnortados. La ley actúa, pero debiera ser la sensibilidad humana la que frenara estos sinsentidos.