Aragón participó ayer de lleno en un acto que simboliza las ansias de cooperación entre territorios europeos. Con motivo de su trigésimo quinto aniversario, se reunió en Biarritz el plenario de la Comundad de Trabajo de Pirineos (CTP), formada por Nouvelle Aquitania, Occitanie/Pyrénées Andorra, Euskadi, Navarra, Aragón y Cataluña (aunque de allí solo fueron técnicos, pero con exigencias ante el independentismo que no fueron finalmente atendidas). Además de gestionar proyectos europeos, la CTP se conjuró para funcionar como un lobi ante los retos de la UE, como el brexit, la inmigración o el terrorismo. Las prioridades de la presidencia aragonesa incidirán en la despoblación y la dispersión.