La propuesta de UGT de poner en marcha un plan de rehabilitación de viviendas que permitiera el arreglo de 200.000 casas al año supondría la creación de 600.000 empleos. La iniciativa, que se presentó hace un año, ha vuelto a salir a la luz sin que las instituciones la hayan asumido. Y es que se necesitaría para su implantación que los Gobiernos impulsaran bonificaciones de tipo fiscal o facilidades para el crédito, dos herramientas que hoy por hoy son difíciles de conseguir. Pero no debería desecharse la propuesta, su potencialidad es evidente.