Resulta que el corte de pelo que llevan los cinco de La manada se llama «de chico bueno» pese a que lo popularizaron los nazis en señal de lealtad al führer: raya al lado, algo raso por los laterales y tupé peinado a la cera al otro lado o atrás. La imagen física la han pulido en la cárcel, la social trata de recomponerla el abogado, actuando como telonero en los platós de televisión. Parece que se los rifan, y las redes echan fuego llamando al boicot a cualquier televisión que intente elevar a la gloria mediática a estos pervertidos. Sin miedo a equivocarme puedo escribir que estos tipos no se van a hacer millonarios contando sus «jolgorios» en la tele, como la novia de aquel miserable que casi mató de una paliza al profesor Neira: en el largo tiempo que pasó hospitalizado, esta bruja hizo caja defendiendo en la tele las agresiones de su pareja. Pero, afortunadamente, este país ha cambiado mucho en los últimos cinco años, y muchísimo en los últimos doce meses, gracias a la gente normal y corriente, a la gente que reventó el programa estrella de Mediaset en el que entrevistaron previo pago a la madre del Cuco, con la amenaza de boicotear a los anunciantes: huyeron en masa y Tele 5 tuvo que retirar el programa. La misma gente que pasará de la amenaza a la acción si Atresmedia emite la entrevista con Ricart, el único condenado por el triple asesinato de Alcásser, que permanece escondido desde que salió de la cárcel. Antena 3 ofreció un par de cortes anunciando la exclusiva y aún están temblando por la reacción popular. Cuidado con la sociedad que repudia unida. H *Periodista