Miles de alumnos aragoneses están esperando la beca que les corresponde desde el Ministerio de Educación. La tardanza, que ya se ha ido incrementando desde que se varió en 2013 el sistema de concesión, alcanza este año un mayor plazo. Afecta a los universitarios esencialmente, pero también a estudiantes de enseñanzas superiores. Las variables sobre las que se formula la concesión no pueden ser argumento para que el ingreso se haga cada año más tarde. Cuando se pide una beca es que se necesitan los recursos económicos que se demandan y el ministerio no puede retrasarlos sin más.