La concejala de Derechos Sociales de Zaragoza, Luisa Broto, reconoció ayer durante la comisión de su área que hay que revisar los protocolos de seguridad del albergue, tras las dos agresiones ocurridas en el centro. Anunció que esa revisión ya se contempla en el nuevo modelo de albergue que se preparada. Pero no informó de los hechos a los grupos y estos se lo recriminaron. Aunque se actuara con diligencia no hubo la transparencia que se exige.