El responsable del área de Servicios Públicos y Personal del Ayuntamiento de Zaragoza, Alberto Cubero, quedó ayer en evidencia ante los grupos muncipales cuando se descubrió que el informe del interventor --por cierto desfavorable-- sobre su pretendido rescate del servicio del 010 lo tenía en su poder desde el 23 de diciembre. Y no lo había hecho público. Una auténtica comedia si no fuera porque refleja un estilo de ejercer la política oscuro y mendaz. Cubero se escudó en que había pedido unas aclariciones y estaban pendientes. La estrategia política es lícita, la ocultación y jugar al despiste, no. Con la negociación de presupuestos pendiente, este incidente no favorece en nada la credibilidad de su grupo.