Les hablaba ayer de los jóvenes españoles. Fue a propósito de la peregrina idea del presidente de los empresarios, Juan Rosell, de ponerles--imponerles un salario mínimo de características tercermundistas. Trabajar sí, de acuerdo, todos, mucho, pero lo de cobrar ya será otra cosa...

¿Cómo no van a estar y sentirse desafectos los jóvenes, con éste y otros tantos representantes, con sus tendenciosas iniciativas, con tanto buitre en la política, o sobrevolando el mercado financiero y laboral?

La crisis económica, e identitaria, que hace años atraviesa nuestro país está desmoralizando claramente a miles, cientos de miles de jóvenes españoles que no ven nada claro su futuro. Por eso emigran, estudian o trabajan fuera, se casan lejos y fundan familias en otro suelo. Porque el índice de paro juvenil en España es de uno de cada dos y porque nadie les ofrece soluciones, a no ser Cioran...

Así, al menos, lo ve el todavía joven escritor Alberto Domínguez (Mataró, 1975), licenciado en Filosofía y autor de un primer libro Cioran, manual de antiayuda, un curioso, interesante y terapéutico volumen recién publicado por la editorial Al revés.

Domínguez confiesa en el prólogo que el filósofo y escritor rumano Emil Cioran, cuya larga vida se extendió a lo largo de casi todo el siglo XX, le ha servido de báculo y guía durante todo el tiempo que ha empleado en sus lecturas, primero, y en su asimilación, después. Que constantemente tenía la impresión de que Cioran leía en lo profundo de su alma y era capaz de explicarle no sólo lo que pensaba o sentía, sino lo que pasaba a su alrededor, con su generación, con la literatura, la filosofía, el marxismo, el fascismo, las guerras mundiales, el resto del mundo.

Convencido de que esos beneficios intelectuales con que Cioran --siempre sincero, doloroso y lúcido, alegre en la tristeza, burlón en la adversidad-- iluminaba su propio pensamiento, Domínguez ha querido devolvcrle el favor escribiendo su propio, poético e irónico manual de antiayuda, inspirado en los adagios, paradojas, parábolas y teorías del gran Cioran.

El filósofo rumano salvó no una crisis, sino muchas, y de distinta índole: económicas, intelectuales, personales... Ojalá que Alberto Domínguez ayude también a muchos lectores a salvar, eludir o remontar las suyas.