El Tecnyconta Zaragoza lleva tres años en la incertidumbre, con pobres resultados, siendo un equipo vulgar de la ACB. La salida de Cuspinera cuando el objetivo de este año ya solo pasa por la salvación muestra esa desorientación, como ocurrió las dos últimas campañas. La disminución de los patrocinios está detrás de este bajón, pero no es la única causa. La directiva no atina para reemplazar a los hombres clave del mejor Básket Zaragoza de lo que llevamos de siglo (los Abós, Villar y compañía), y pierde activos a las primeras de cambio (el caso de Sergi García, por ejemplo). Como bien sabe el presidente, Reynaldo Benito, sin mimbres no se fabrican cestas. Urge un cambio profundo, además de un entrenador.